EL USO Y EL ABUSO DE LAS REDES SOCIALES


 EL USO Y EL ABUSO DE LAS REDES SOCIALES




Hoy día, las redes sociales se han vuelto una herramienta esencial para la socialización de los jóvenes. Mientras tanto, la investigación en este ámbito es cada vez más abundante, y parece apuntar a que el abuso de redes sociales puede tener algunos riesgos para esta población. De hecho, recientemente Facebook (dueña de Instagram) ha anunciado que introducirá herramientas para limitar el uso de la aplicación, tras publicarse investigaciones internas que revelan algunas de estas consecuencias. Aún cuando durante todo el presente siglo se han desarrollado la tecnología, los recursos y el acceso a las redes sociales en el mundo entero, su uso por parte de la mayoría de las personas y, dicha sea la verdad, de algunas corporaciones, manejadores de imagen y gobiernos, entre otros, no ha sido, en muchos casos, el más adecuado, debido no solamente a deficientes bases éticas o morales de quienes las usan para su beneficio, sino también por la lenta evolución del derecho y las legislaciones al respecto de este fenómeno masivo. Se han establecido ya sistemas, como las denominadas ‘bodegas’, con los que las redes o bien posicionan un tema, o, por el contrario, desvían la atención de la gente para invisibilizar lo que no les conviene; otros intentan provocar acciones concretas, como ocurrió la semana pasada en la que grupos extremos de derecha e izquierda propusieron agredir en lo económico y lo laboral a quienes expresaran la ideología contraria a la que cada uno profesa; un objetivo que solo puede causar daño, del que el país no sacaría nada bueno y que, afortunadamente no tuvo eco ninguno en la inmensa mayoría de las personas. Las redes sociales son la gran oportunidad que tiene la gente de expresarse y de conocer las opiniones de los demás y la mejor manera de salvaguardar tal posibilidad es propugnando por el mejor uso de ellas, divulgando mensajes claros, veraces, considerados y asumiendo frente a los mensajes ajenos una actitud crítica, de comprobación y tolerancia para no terminar envuelto en las redes oscuras de la manipulación, sino contribuir en las propuestas activas y positivas de la sana comunicación.


EL USO DE LAS REDES SOCIALES

A través de ellas disfrutamos de servicios, pero sobre todo conectamos con personas, y nos entregamos al ocio y aficiones. Su utilidad, disponibilidad e inmediatez de respuesta pueden explicar que determinados individuos desarrollen sobre ellas uso abusivo e incluso dependiente.

 Las redes sociales, como Facebook, Twitter, Instagram, WhatsApp y otras, han cambiado todo. No solo son aplicaciones y portales usados por los navegantes para colocar fotos, buscar amigos y otras cosas más, sino que también sirven para hacer política, menoscabar personas, hacer matoneo digital y hasta para gobernar

Se debe valorar lo positivo de las redes sociales, pero también hay que tener en cuenta que tienen usos negativos, como hacerle obtener información de personas para secuestrarlas o hasta para hacer terrorismo. ¿Y qué tal el bullying o matoneo que se le puede hacer a alguien en las redes sociales? Esto ha sido tan negativo que hasta les ha costado la vida a personas que no han aguantado lo que se ‘postea’ en ellas para perjudicarlas y acabar con su prestigio, lo que genera suicidios.Las campañas políticas que se vienen deberían usar las redes sociales para atraer gente, exaltar sus programas de gobierno y subir su “marca” y la del partido político que las respalda. En las elecciones de Obama, en EE. UU., fueron factor fundamental para que triunfara. Para ello se necesita un community manager, aquella persona que tiene el conocimiento para usar redes sociales de forma positiva para que el mercadeo tenga un buen final y las marcas y productos que se quieren promover se posicionen bien. Es una nueva carrera con mucho futuro, ya que por este camino se van a dar a conocer personas, empresas y productos, y se pueden lograr resultados muy positivos.




el abuso de las redes sociales

El abuso o mal uso de las redes sociales te priva de realizar otras actividades más gratificantes y productivas. Por ejemplo: visitar a familiares o amigos, ejercitarnos, aprender una habilidad o idioma, buscar empleo, adelantar asuntos del trabajo o de tus clases.

¿Qué es la adicción a las redes sociales?

Tal y como su nombre indica, la adicción a las redes sociales es una relación de dependencia que alguien desarrolla hacia estas plataformas virtuales de interacción con otros, aunque en realidad hay algo más que esto. Las personas que se obsesionan con las redes sociales no piensan todo el rato en el placer que el uso de la red social les hace sentir, sino en lo que se consigue a través de esa plataforma.

Eso significa que el uso de estos servicios no genera un “pico de placer”, sino que lo que se gana es más bien el hecho de evitar desaparecer del mapa social. Normalmente no se busca una recompensa, sino que se trata de prevenir el perderse eventos, no enterarse de ciertas noticias, etc. Es algo que recuerda al fenómeno del con el que esta clase de adicción está relacionada.

La aparición de este problema en Internet

Uno de los aspectos más negativos de la adicción a las redes sociales es que hay muchas personas que pueden caer en ella. El motivo es que estas herramientas no tienen la mala fama de, por ejemplo, las drogas ilegales, y que el hecho de que los demás las usen crean más motivos para unirse al fenómeno. Incluso por motivos profesionales, en muchos sectores es recomendable abrirse un perfil en Facebook, Twitter, Instagram, etc.

En segundo lugar, como las redes sociales han ido mucho más allá del ordenador, nos pueden seguir a todos lados desde la tablet o los smartphones, desde los que pueden invadir periódicamente nuestras vidas a través de vibraciones y sonidos. En Psicología, esto puede ser entendido como un proceso de aprendizaje que lleva a un solo resultado: pensar todo el rato en términos de redes sociales, ya que estas nos recuerdan constantemente que están ahí.

En el caso de los adolescentes, su tendencia la impulsividad y su necesidad de tener una influencia social amplia y expansiva puede hacer que caigan rápidamente en esta clase de tendencias. Facebook, por ejemplo, ofrece el valor añadido de reunir todos los tipos de interacciones sociales en un solo lugar: publicación de fotografías y selfies, compartir enlaces y contenidos multimedia como las canciones o los vídeos de humor con los que uno se siente identificado, publicación de la existencia o no de una relación sentimental, etc.


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